La Paciente: ¡Doctor, tengo un tic!, ¡no puedo evitar darme nalgadas todo el tiempo!
El Doctor: Dese vuelta, bájese los pantalones e inclínese. Le aplicaré una inyección.
La Paciente: ¿Una inyección? ¿De que?
El Doctor: De nada…pero con veinte o treinta inyecciones seguramente va a dejar de darse nalgadas por un tiempo…